setentaitres.

Puedo meterme en la mente de todos vosotros y escribir lo que escribiríais de poder hacerlo como yo lo hago.
Puedo miraros de lejos y saber lo que sentís.
Puedo aconsejaros y ayudaros a que todo salga bien.
Puedo escucharos y calmaros.
Puedo demostraros que la otra persona os quiere y puedo arreglar lo vuestro.
Puedo así mismo recomendaros olivaros y buscar a otra, y una vez mas, arreglar lo vuestro.
Puedo decir entre risas que os envidio, y aún así no os lo creeréis del todo.
Puedo mandarte mil indirectas y mensajes ocultos entre uno y otro consejo o idea, y tu seguirás sin escucharlos, sin escucharme.
Puedo escuchar esa canción una y mil veces y tararearla cuando ande por ahí.
Puedo ver una y mil películas de amor y reír y llorar con ellas.
Puedo conocerte y dejarme conocer, y aún así no leerás lo que quiero que sepas.
Puedo soñar, una y otra vez que llegará, que llegará el momento y la persona adecuada, y que entonces leeré esto y reiré de mi pasada nostalgia.
Y puedo echarle huevos y decirte que te quiero.